Otro poema de amor.

Mis compatriotas,
ignorantes de primera,
hacen los que el imperio les ordena,
no se quejan de las mierdas que les ordenan,
ya que en la mente solo tienen fríjoles con crema.

Que tristeza me da esta pobreza,
la cual expresa mi franqueza,
oh esta tierra...oh esta tierra,
ácida y amarga es mi tierra
ya que la pobreza acaba con ella
y se lleva mis fuerzas.

Resucita patria mía,
se gloriosa e invencible
oh patria mía,
despierta al ignorante
y resucita a la vida cuzcatleca,
fuerte guerrero, valiente y honesto
ese es el cuzcatleco
el verdadero salvadoreño,
no aquel vulgar y pendejo
que solo piensa en verse en el espejo y tener sexo
que blasfemo el que llame a eso salvadoreño
marero marihuanero,
eso no es ser salvadoreño,
mas bien es un inmundo gringo pendejo.

El verdadero cuzcatleco,
en un guerrero implacable ,valiente y honesto
que lucha por sus derechos
y no tiene miedo al hacerlo
ya que es por su pueblo,
ese es el cuzcatleco
mi verdadero pueblo
del que hablo monseñor Romero,
por el que murió Anastasio Aquino,
ellos son verdaderos salvadoreños,
próceres de este pueblo,
gloriosos guerreros,
eternos cuzcatlecos.


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