Reflexion de un Viejo Sabio en Represion.

El imperialismo merece la muerte,
la merece sin duda alguna,
es su existencia inmunda la que entristece,
insulta y amarga la vida,
nadie tiene lo que merece en esta vida,
muchos de los que viven merecen morir
y muchos de los que mueren merecen vivir.

El capitalismo es dolor, violencia inaceptable es la represión,
idea inmunda es la neoliberalizacion
¿La revolución puede devolver la vida?
¡no!, entonces no te apresures a dispensar la muerte,
pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos ni adelanta su muerte,
mas bien luchan por la vida y no por la muerte,
unos los llaman revolucionarios, otros, comunistas insolentes,
pero yo les llamo gloriosos he inquebrantables héroes,
ya que hay demasiada muerte y se celebra impunemente,
pero ellos valientemente luchan por su gente.....hasta la muerte.

¿Qué pueden hacer los hombres frente a tan aciago destino congruente?
pues hacerle frente y luchar al frente,
¡por la vida!
¡por la justicia!
¡por la equidad y la alegría!
no corran insensatos, porque sino tendrán larga agonía,
por no luchar por la vida, ya que el sol se alza rojo
debido a la sangre que se ha vertido
de tantas mujeres, niños y héroes
pero llegara el tiempo del honor sin reconocimiento,
ya que las hazañas no son menos valerosas por no tener reconocimiento,
maldito el que luche por el reconocimiento y no por el glorioso pueblo salvadoreño.,
¡lo digo yo!, que he caminado 10,000 vidas de hombre en esta tierra y ahora... no me falta tiempo
para salvar con sosiego a mi querido pueblo cuzcatleco.

Juro por ello que caerán las lanzas,
se quebrarán los escudos y morirán los ilusos,
rojo será el día hasta el amanecer del sol
que nos traerá la paz, por la que luchamos hoy,
pues hoy te digo no te entrometas...
en asuntos de un pueblo revolucionario,
pues son astutos, valientes y vigorosos.

Las trincheras de piedra caen mas que las de ideas,
desde hoy el pueblo ordena, que la palabra Unios, del mundo sea,
y que se sepa que la revolución, amor engendra,
porque la lucha del pueblo, apenas comienza,
y no quiere que nadie se entrometa ,¡en esta!, la gran revolución de ideas.







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