miércoles, 13 de agosto de 2008
Alas
Siento la espalda herida
y en lugar de sangrar,
como sangra el cielo abandonado,
a cada roce,
a cada beso,
presiento irme convirtiendo en pájaro...
Y es que esta carne,
que tu lengua descubre viva,
ha decidido sangrar plumas
como sangran soles los ocasos,
como sangra miel la inmortal Granada,
como sangra versos el “polvo enamorado”.
Tomado de http://www.artepoetica.net/
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
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