"La censura totalitaria aspira a abolir la sensibilidad temporal. Se nos censura para que perdamos conciencia del tiempo en que vivimos. Se trata de bloquear, de evitar, de amordazar todo aquello que nos permita percibir dónde estamos, cómo estamos y de que modo vinimos a parar aquí. El sueño de la censura totalitaria es, por supuesto, convertirnos en bellos durmientes; en seres que aprendan a resignarse a su propia ausencia."
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