Por Nora Mendez.
Me puse a pensar antes de hacer el blog (http://cronicasdeguerra.blogspot.com/): ¿qué escribo?, ¿cómo lo digo?, ¿para qué? Y hallé la respuesta en lo que siempre me dijo mi maestro preferido en la UCA, "no escriba para el hoy, escriba siempre para el mañana". Ahora como nunca entiendo el significado de esa frase, que en su sencilla claridad encierra más de un mensaje, como cofrecito de mil llaves.
Como les conté anoche, fuimos a la reunión que no se entendía bien si la convocaba CAPRES (Casa Presidencial) o algunos colegas de Concultura: Marta Rosales, Romeo Galdámez y Jorge Dalton. Desde allí partió el problema, mal entendido o como quieran ustedes llamarle.
Al inicio todo bonito, ver/encontrarse con colegas de todo tipo es siempre un hecho emocionante y emotivo. Allí estaban César Pineda, Carlitos Velis, Paulino Espinoza, Otoniel Guevara, Rafael Mendoza, Alicia Chong, Chico Tren, Francisco Borja, María Cristina Orantes, Wendinorton Rivas Platero, Yanira Soundy, Mauricio Marquina, Luis Lazo, Francisco Figueroa, Isaías Mata, Héctor Hernández, Patricio Rivas y Ana, Marta Rosales, Mario Noel Rodríguez y otros que se escapan de la memoria.
La primera pregunta era "y vos sabés cómo esta la cosa?". Nadie sabía a ciencia cierta cómo se iba a desarrollar la reunión, objetivos, quién conduciría. Al frente había una mesa con cuatro sillas y un podio. Nada más. Segundo gran problema o como querais llamarle, no sabíamos a qué íbamos.
La segunda conversación, si uno se abría un poco, era "por quién vas a votar?". Yo dije como a cuatro de mis interlocutores que por el Pichón y la respuesta fue variada peros siempre negativa. No me extrañó, pero al menos coincidieron conmigo en los peros de los otros aspirantes y de la falta de oportunidades para aquella generación. No hay candidatos sin peros y a todos les deseamos la mejor de las suertes porque lidear con ese elefante blanco no es chiche.
Comenzaron los aplausos a modo de apresurar la reunión de los convocantes fantasmas, pero nada sucedió. Leandro Sánchez se acercó al micrófono y por un momento pensamos que él estaría coordinando pero fue tan sólo la impacencia que se manifestaba. "Dónde están los organizadores -preguntó Leandro- y nadie respondió.
Salí por un momento y encontré como al inicio a Marta Rosales en la entrada. Le pregunté qué ondas y me dijo en cinco minutos comienza. Nos agrupamos a un costado y nos sentamos en el suelo porque las patitas ya no soportaban, ni la espera ni el sobrepeso. Era más de una hora de espera.
Unas secretarias de Concultura cargaban rótulos de apoyo a Manlio Argueta y se nos ponían enfrente con su cara de secretaria de Gobierno. Ay -dijimos- estas son las que nos cuelgan el teléfono cuando hablamos. Tomar café era una osadía pues para dos salones Bristol sólo hubo una estación de café. Hizo falta la cultura de la cortesía.
A todo eso preguntamos por qué las y los trabajadores administrativos de Concultura andaban casi en pleno, y alguien cuyo nombre no revelaré nos dijo que les habían dado permiso sus jefes. Otros decían que el Pichón los había convocado, pero sólo veíamos carteles de Don Manlio. Qué relajo. Algunos como Augusto Crespín, creyeron que la reunión sería más privada y se podría discutir sobre el tema cultural, pero aquello era algo así como el Gimnasio Nacional en los buenos tiempos del Externado contra el Liceo Salvadoreño, cada uno con su barra, sólo faltó la pulún pulún.
Por fin entra David Rivas, jefe de comunicaciones del actual gobierno, y haciendo uso de una muy mala comunicación, inicia diciendo que nos han convocado en calidad de facilitadores de la libertad de expresión y que ahí nos va a dejar para que nosotros propongamos a candidatos, que él ya se va y que regresa más tarde a recoger el acta que hayamos redactado. En la mesa, presidiendo, están Marta Rosales, Jorge Dalton y Romeo Galdámez de Concultura, así como el hijo del Presidente.
A esa altura yo no sabía si reir o llorar. ¿Qué es esto?
Héctor Hernández, miembro del Foro de Intelectuales, fue el primero en discrepar, preguntando a David Rivas por qué se iba, por qué no dejaba a ningún miembro del gabinete o del partido vigilante del proceso de selección de candidatos que a esa altura aún no nos decían con qué método se escogerían. Tercer gran problema o como quieran llamarle: coordinaban la mesa, los de Concultura y la mesa de cultura del FMLN, intereses quizás no tan dispares, nunca se sabe. Y cuarto gran problema: David Rivas no supo comunicarse. No pidió disculpas por la tardanza ni explicó la agenda de la reunión y su dinámica. Cero en comunicación, así estuvo la cosa.
Las voces de protesta de Isaías Mata, Manuel Carcache, Carlos Velis, yo misma y otras compañeras se hizo escuchar, pero David Rivas hizo caso omiso y dijo "esto debe continuar". Jorge Dalton salió al paso diciendo que estaba en dicha reunión en su calidad de ciudadano, pero... me disculpará el señor Dalton, ya tres coordinadores de Concultura en la mesa que preside es hacer demasiado sesgada la conducción del evento. No había un clima de confianza.
Carlos Velis dijo unas palabras muy ciertas "Queremos arreglar el techo cuando las bases están malas", eso está pasando en el nuevo gobierno que "nunca tuvo asesoría en el área cultural" y que "no tiene un plan para la cultura, siendo que la cultura garantiza un cambio de conciencia y paradigmas sociales". Las palabras de Velis contrastaban con las de Rivas que acaba de decir que la Cultura tendría más preponderancia en el nuevo gobierno que en ningún otro. Entonces porque ni él ni el Ministro de Educación o miembros del FMLN estarían en la reunión. Pareciera que aquello se trataba de encerrarnos a pelear entre nosotros mismos por un candidato, si no recuerden los cartelitos de la secretaria y los mismos reclamos de uno de los integrantes del Foro cuando vió que la composición de la mesa no favorecía a José Roberto Cea. Aquello era el pandemoniun de la repartición, la más ausente era la cultura.
Pero hagamos una lectura crítica y autocrítica (con la ayuda de otros colegas con quienes venimos en el bus de regreso):
1. Eso nos pasa por andar en reuniones de dudosa convocatoria y en cuya invitación no se explica nada. Nos faltan al respeto porque lo permitimos, nosotros mismos nos convertimos en ganado.
2. Siempre olió mal este queso en Dinamarca porque se prevía que la reunión era para el apoyo del candidato que se promueve desde dentro de Concultura, Manlio Argueta y porque a lo que se llegaría era a un enfrentamiento de grupos, no por el cambio en administrar la cultura desde lo gubernamental sino por candidatos e intereses bien definidos.
3. Nos quedamos con las ganas de decir que se acaben las mafias en Concultura y tanta burocracia de empleados que sirven para pantomimas de jefes que piden llevar carteles y consumen un exagerado porcentaje del presupuesto para la cultura. Pero no nos quedamos sin la posibilidad de hacer lo que siempre hemos hecho, arte y cultura. Eso ningún gobierno nos lo puede quitar y esa es la conclusión más feliz del día "cuándo hemos necesitado del gobierno para hacer lo que hacemos?" Sin embargo, no es ningún consuelo, porque en esa falacia de la libertad individual se encierra la negación de nuestros derechos y la falta de oportunidades.
Nos salimos y en la salida nos encontramos a Velis y a Chirajito, así como a una española muy simpática que coordina el museo ajá en Santa Ana, Marta Benavides. Los cinco, con Meme, coincidimos en que nos íbamos porque quedarnos a discutir por candidatos era cutre y porque debemos seguir avanzando en el tema que urge: qué vamos a hacer con el tema de la cultura en el país, cuándo los políticos van a comprender el término y su importancia. Tareas, nos sobran.
Por lo menos, en cuanto a fortuna-vida no me fue nada mal, porque me informaron que tengo un dinerito sin cobrar en la yUCA y hoy mismo pasaré a recogerlo. Chas gracias, colocho. Y otras amigas me contactaron allí mismo para hacerles un trabajito que ni en sueños lo habría imaginado. Marquina me indicó una ruta desconocida de Pedro Geofroy Rivas. Chistié con Chico Tren, otro sueño desde niña. Y sobre todo porque aprendí que uno debe seguir sus corazonadas y yo sabía de antemano lo que pasaría, pero a veces es bueno participar hasta de estas necedades. Además yo nunca he dicho que renuncio a mi derecho a equivocarme, ve! Si soy de carne y hueso, estoy viva, nada de estatuas vivientes.
A la salida en el Lobby, algunos fuimos por Pazuzu, el demonio africano y descargamos elocuentemente nuestras posiciones. Al fondo, cerca de los baños, estaba la mátalas callando dando informe permanente de lo ahí acontencido al gallo tapado que se dice a raudales. Sólo se que no se nada. Hasta donde llegué en la movie, ni Manlio ni el Pichón aparecían. Un botones me indicó que al Pichón lo tenían en una suite dándose un baño de rosas y que Manlio Argueta es posible que no llegara porque ya padece de Alzheimer. Todo esto me lo dictaron los soles que de haber llegado hubieran hecho alguna irreverencia. Cuánta falta nos hacés Roquito, cuánta falta. Dónde diablos están los artistas? Que no se pronuncian, que no se indignan? Todo es culpa de la crisis y el panorama de hambre y desempleo, a cualquiera le baja la autoestima la sola posibilidad de quedarse sin chance. Carlitos Velis, Memito y chirajito: somos pocos los kamikaze.
Por el correo me entero que murió la hermana mayor de Argelia Quintana, una morenaza simpática que nos leyó la mano a René Chacón y a mi hace unos años. Curiosa es siempre la muerte para quienes nos quedamos. Y Aquiles - mi chero de cole- me dice que si ya me di cuenta quien quedó en .... del gabinete y que cómo va a ser este un cambio, que este país sólo puede cambiar a la fuerza y yo le respondo lo que dijo mi amiga Maite, que este país está en la adolescencia, es decir, que adolece de ciencia.
Otros contarán de otro modo esta historia, pero aquí les dejo lo que vi, viví y me fui. Ustedes son libres de confiar en su corazón y quien quieran. Besos.
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